Los bienes culturales más relevantes de Castilla y León están protegidos mediante una resolución de la administración que reconoce su valor e importancia histórica. El primer monumento reconocido por su interés cultural fue la Catedral de León en el año 1844, desde ese momento hasta la actualidad se van reconociendo progresivamente nuevos bienes de diferentes tipologías. Este reconocimiento se realiza desde principios de los años noventa del siglo XX por la Junta de Castilla y León de acuerdo a los procedimientos establecidos en la Ley de patrimonio cultural de Castilla y León.
BIENES DE INTERÉS CULTURALBienes muebles e inmuebles y actividades integrantes del patrimonio cultural de Castilla y León que reúnan de forma singular y relevante las características, las cualidades y los valores representativos del patrimonio cultural y sean declarados expresamente mediante un procedimiento y resolución administrativa con esta figura de protección, conocida habitualmente con las siglas de B.I.C.
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